Nov 7, 2007

Todos los medios de comunicación se volcaron sobre lo que posiblemente podría convertirse en un gran problema diplomático en México, este es además, uno de los problemas diplomáticos más comunes que ocurren en este país, pues llegan los turistas atraídos por su magia y encuentran, por accidente o mala suerte un destino terrible o fatal. Sobre todo aquellas personas que suelen buscar colocarse en situaciones de alto riesgo y no toman precauciones o se confían demasiado. Muchos turistas acuden a México a investigar a dejarse envolver por sus embriagantes ciudades y selvas, por sus paradisiacas playas y sus mágicos bosques. Pero muchos creen que la magia del lugar los hará invencibles y no importa en qué parte del mundo se encuentre una persona, nunca se debe descuidar la propia integridad y la de los seres queridos...

Willhelm Harris, aunque no era turista, era un extranjero residente en México y estaba desaparecido, y no solo eso, sino que llevaba consigo, al parecer uno de los más importantes descubrimientos de los últimos siglos en materia de salud, el descubrimiento de una nueva sustancia extraída de una flor silvestre endémica de la zona selvática del caribe. La información al respecto estaba deslavada para la comunidad, no había certeza si esa sustancia era la cura definitiva para alguna de las enfermedades de la nueva era, de las que no han logrado ser controladas, o si todo esto era una mentira para conmocionar más a los medios o un pretexto de alguna empresa interesada para justificar la importancia de la búsqueda de Willhelm.

En casa, la nana Yaya termina de leer la última carta que ha recibido de Billy el hijo de Wilhelm mientras enciende el televisor y la guapa y sofisticada comentarista dice:
"El arqueólogo investigador, Wilhelm Harris permanece desaparecido desde hace dos meses según informa el vocero de la embajada británica en México, el Sr. Jack Miles. Por otra parte los agentes de la AFI no han dado ninguna declaración al respecto."
La nana Yaya siente en ese momento que su corazón recibe un gran golpe y toca con su mano morena y anciana su pecho, con la otra mano, toma el control remoto mientras se sienta en una de las sillas de la cocina donde está la televisión, y sube el volumen un poco, para escuchar a un corresponsal...

"Así es, Adela, estamos en la zona donde supuestamente se ha perdido el arqueólogo, como podemos ver hay todo un operativo de búsqueda tanto a nivel terrestre como por aire pues la selva del lugar es tan densa que no permite el paso en algunas partes. Las últimas personas que registran haber tenido contacto con el Arqueólogo Harris son algunos residentes locales y los empleados del hostal donde se alojó por un par de días antes de desaparecer. No tenemos más noticias por el momento Adela..."
-Ni siquiera le llamó al niño Billy- pensó la Nana Yaya. mientras apagaba el televisor - Ay Dios mío, que esté bien el niño Will por favor-. Dijo en voz alta, aunque nadie la oía en la cocina de la casa de los Harris en el Distrito Federal... -Pero, un momento, algo está mal en esa noticia- pensó la nana Yaya. -Si dicen que el niño Will no le habló a Billy en su internado de verano, ¿Como es posible que...?-. En ese instante volvió a desdoblar la carta de Billy y buscó en la parte de abajo de la hoja, como había leído hace unos minutos con letra de molde escrita por su adorado Billy:

"... ahora que termines de leer la carta y te pongas a ver la tele acuérdate de que muchas cosas que ahí aparecen son sólo teorías de gente que no sabe la verdad de las cosas. No te aflijas por lo que digan las noticias porque ya sé que a veces te preocupas de más. Para cuando leas esta carta mi papá ya no estará en el Caribe, pero ¡¡¡ya pronto lo veremos!!!. Te quiero muchísimo y espero verte en cuanto termine el verano. Te mando muchísimos besos.

PD: Como dice la canción que luego cantas "me lo dijo Adela", jeje."
Una breve sonrisa cruzó por el rostro de nana Yaya: -Ay, mi niño Billy-. Dobló la carta de Billy hasta haerla pequeñita y apretándola contra su pecho cerró los ojos con fervor -Virgencita de Guadalupe, cuidame a mis niños Will y Billy, tú que ves y conoces más de lo que yo sé, condúcelos a que regresen a casa ambos sanos y salvos. Te lo pido por nuestro Señor Jesucristo que es tu hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo- terminó mientras se persignaba. En ese momento fué a dejar la carta de Billy entre las manitas de una escultura de la Virgen que se encontraba en un pasillo en la entrada de la cocina.

El teléfono sonó y asustó a la nana Yaya. Se dirigió rápidamente a contestar.

-¿Bueno?
-Buenos días, es ahí la casa de la fanilia Harris?
-hmmm, ¿Quien habla? ¿Con quien desea hablar?
-Mire, soy Marco de Loreto, corresponsal de la BBC. Me gustaría platicar con algún familiar del Sr. Willhelm Harris.
-hmmm, no señor, no puedo comunicarlo con nadie en este momento.
-Le voy a dejar un número, por favor anótelo, es muy importante.
-hmmm, a ver, dígame
-Es el 2044. 1675 a la extensión 303 con el Señor de Loreto, por favor. Necesito que se comuniquen conmigo lo antes posible por vavor.
-Yo paso su recado señor.- y colgó.

El corazón de la nana Yaya estaba latiendo como si quisiera salir de su pecho y caminar por el piso solo. La carta, las noticias y la llamada la habían puesto muy nerviosa. Siempre habían ocurrido cosas exrañas con la familia, pero nunca cosas que llegaran a salir en la televisión. Todo estaba muy diferente de como lo había pensado en la mañana cuando se levantó... ¿Como terminarían las cosas? ¿donde estaría Wilhelm? ¿Como supo Billy que esto iba a ocurrir?

¿Quieres saber qué pasó? Proximamente...

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